Los
nuevos propietarios suelen seguir un camino común para la adquisición de sus
primeros ejemplares: tras asistir a una exposición o ir a ver a un criador, la
persona decide tener aves. En algún lugar, esta persona decide montar un
cubierto o algún espacio vacío para hacer un aviario.
Después
de un par de días de actividad, cuando el cubierto o el aviario está listo para
que pueda estar ocupado, la persona va hacia el criador y al instante se
convierte en el propietario de unas cuantas parejas. Los problemas empiezan, en
primer lugar, aquí: las aves son demasiado viejas, no son puras, o el
alojamiento se acaba haciendo pequeño, hay una puesta de huevos pero los
pichones mueren, los huevos no están fecundados, etc. Posiblemente hubiera sido
mejor si se hubiera pensado y preparado todo con tiempo. Por eso, si somos
principiantes todo depende lo que cada uno quiera, si quiere una psitácida
dócil que “no te destroce los tímpanos” con sus chillidos, deberíamos adquirir
un ejemplar lo mas joven posible, preferiblemente criado a mano, y aún mejor si
lo criamos nosotros a mano y así de acostumbrará a nosotros mucho mas rápido.
Los agapornis son animales gregarios y no les gusta vivir solos. Los pájaros
privados de compañía desarrollaran problemas psicogénicos: síntomas físicos de
enfermedad provocados por problemas psicológicos y lo que mejor se puede hacer
para evitarlos es adquirir, por lo menos una pareja. Está claro, que los
criadores no venden sus mejores ejemplares, de este modo cuando vayamos a
comprar deberemos asegurarnos que el plumaje esté en buen estado. No deberían
tener calvas en ningún lugar del cuerpo. Cuando los adquiramos, es importante
que cuando adquiramos a nuestras nuevas aves, las tengamos separadas de las que
ya teníamos (si es que teníamos) por que si los juntamos al momento de
comprarlos, podrían pelearse, y a demás, los que ya teníamos podrían contraer
alguna enfermedad ya que a los que acabamos de adquirir al no tener un
seguimiento de ellos podrían tener alguna enfermedad, por eso los primeros días
son clave por que debemos observar su comportamiento ya que si vemos que es un
comportamiento normal podemos juntarlas
con nuestras aves, pero eso siempre con mucho cuidado por que si vemos que se
pegan debemos separarlos. Si los queremos para que críen, debemos saber que eso
no es cualquier cosa, las aves, necesitan unos cuidados y atenciones diarios,
así que si no disponemos de tiempo suficiente, será mejor no empezar. Yo
actual-mente no tengo una pareja reproductora de agapornis, pero hace mucho
tiempo tuve una pareja de agapornis personata y la verdad es que no es poco el
tiempo que tenemos que dedicarle a diario, Además también tengo 1 pareja de
periquitos reproductora y una pareja de ninfas reproductoras.
Muy buen artículo, muy buena exposición, y muy buenas recomendaciones. Gracias. Te felicito
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